Beneficios del masaje deportivo
El masaje deportivo
El deporte es una fuente de salud y bienestar tanto a nivel físico, ya que nos ayudará a prevenir enfermedades como la hipertensión arterial, la diabetes o el cáncer, como a nivel psicológico gracias a la liberación de endorfinas, conocida como la hormona de la felicidad, reduciendo los síntomas de la depresión y de la ansiedad.
Aunque el deporte aporta numerosos beneficios para nuestra salud, también requiere un esfuerzo que puede suponer lesiones. Por ello es importante combinar la práctica deportiva con un buen masaje deportivo.
El masaje ha evolucionado desde la Antigüedad hasta nuestros días, ya que encontramos investigaciones de científicos, médicos y estudiosos interesados en el masaje y sus beneficios. En nuestros días es indudable confiar en todos los beneficios que podemos obtener para nuestra salud a través de los masajes tanto a nivel terapéutico como a nivel preventivo.
Ya en Egipto se encuentran papiros y grabados donde los masajes eran parte de la vida cotidiana de los faraones.
En China (1000 a.C.) se refleja el masaje como una técnica eficaz para tratar diversas dolencias en el libro de Nei Ching.
En India (1800 a.C.) se publica el primer libro médico conocido en el país, AyurVeda, donde aparecen términos como fricción y frotación. En la cultura hindú ya aparecen referencias a las zonas reflejas, lo que nos lleva a pensar que ya practicaban la reflexología.
Es en la Grecia Clásica y en el Imperio Romano donde el culto al masaje cobra mayor relevancia. Es en Grecia donde comienzan los Juegos Olímpicos, lo que propicia que todas las clases sociales accedan de una forma u otra al masaje antes y después del esfuerzo físico. En Roma no será muy diferente el cuidado al cuerpo, por lo que tomarán los conocimientos en cuanto a masaje de Egipto y Grecia.
Estos son los beneficios que obtendremos a través de un masaje deportivo:
Reducir posibles dolores que puedan aparecer tras es el esfuerzo físico
Regular el tono muscular
Aumentar el intercambio de gases, el flujo sanguíneo y la oxigenación
Mejorar la movilidad de las articulaciones
Prevenir lesiones o mejorar la recuperación de las ya existentes
Disminuir la fatiga muscular
Reducir el tiempo de recuperación
Relajación psíquica
Las técnicas que utilizaremos para el masaje deportivo son las siguientes:
Frotaciones: Deslizamos las manos sobre la piel actuando directamente sobre la circulación sanguínea. En función de lo que busquemos conseguir, realizaremos la maniobra con una presión superficial y ritmo lento para relajar o con una intensidad y frecuencia más intensa para estimular.
Fricciones: Mantendremos la presión adecuada en cada caso sin perder el contacto con la zona donde vayamos a trabajar, llegando a los tejidos más profundos. Conseguimos activar la circulación y eliminar adherencias.
Amasamientos: Trabajaremos el músculo en diferentes profundidades, ayudando a reducir la fatiga muscular. Podemos utilizar los dedos, la palma de la mano, los nudillos con una profundidad superficial, media o profunda.
Percusiones: Utilizaremos diferentes partes de la mano y obtendremos una estimulación sobre la zona trabajada, ya que son maniobras rápidas y vigorizantes.
Presiones: Tienen un efecto calmante y descontracturante, además conseguimos oxigenar el músculo.
Vibraciones: En función de la velocidad que apliquemos, obtendremos un efecto sedante o estimulante.
Hay diferentes tipos de masaje deportivo y según el momento en el que lo realicemos obtendremos determinados beneficios.
Masaje pre-competición: Conseguiremos mejorar la elasticidad muscular y prevenir lesiones. El ritmo de aplicación será rápido para conseguir un aumento de la circulación sanguínea y calentar el músculo y la intensidad media. Trabajaremos principalmente los grupos musculares que vayan a estar más expuestos durante la actividad deportiva. Nos servirá para preparar nuestro cuerpo y nuestra mente para el esfuerzo posterior. Utilizaremos principalmente frotaciones, amasamientos y percusiones.
Masaje post-competición o de descarga: Aplicaremos este masaje una vez finalizada la práctica deportiva para descargar y oxigenar los grupos musculares que han intervenido en el esfuerzo físico y eliminar las toxinas generadas. Eliminaremos la fatiga y conseguiremos la relajación del deportista tras el esfuerzo. Utilizaremos fricciones, amasamientos, presiones y vibraciones. No debemos olvidar que para favorecer la eliminación de toxinas que se han generado con la práctica deportiva, sería recomendable la aplicación de drenaje linfático.
Masaje de mantenimiento: Llevamos a cabo este masaje durante períodos de entrenamiento para relajar músculos y tejidos y favorecer la llegada de nutrientes necesarios para su recuperación, además eliminamos toxinas y nos mantendremos de forma óptima para continuar con la actividad física. Utilizaremos maniobras de fricción, frotación, amasamiento, percusión, vibración y prestaremos especial atención a los puntos dolorosos.
No podemos olvidarnos de los beneficios que obtendremos de un masaje combinado con nuestra actividad deportiva, ya que nos permitirá aliviar las tensiones acumuladas por el esfuerzo en nuestros músculos y articulaciones, nos permitirá prevenir posibles lesiones que puedan surgir tras la práctica deportiva y permitirá que nuestro cuerpo esté en unas condiciones óptimas para mejorar el rendimiento físico en el deporte.
